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Me da mucha alegría volver a blogear y espero no dejar de hacerlo. Me da alegría también hacerlo con un tema que amo.

Hace unas semanas me enteré de que el Jardín Botánico de la Universidad Austral de Chile, en Valdivia, había recibido unos fondos para recuperar una de sus secciones, la llamada «Plantas Medicinales«. El año 2004, luego de lo que yo llamo «un trance», terminamos con mi compañero y amigo Hugo Díaz nuestra tesis para recibir el título de periodistas. Se trató de la sistematización de un video corporativo de divulgación científica que mostraba los valores científicos, ambientales y culturales del «Botánico».

Desde ese trabajo he aprendido a querer mucho a este espacio, y a entenderlo, por sobre todo, como un lugar para la práctica de la ciencia, como un laboratorio a espacio abierto. Y en estas líneas quiere tratar de explicar por qué es tan significativo esto que ocurrirá con la sección Plantas Medicinales.

Según la “Estrategia de los Jardines Botánicos para la Conservación” (1996), un Jardín Botánico se define como “la institución que tiene colecciones de plantas mantenidas y ordenadas científicamente, por lo general documentadas y etiquetadas, y abierta al público con propósitos recreativos, cultural-educativos y de investigación. Un arboreto desempeña las mismas funciones de un Jardín Botánico, pero las colecciones de plantas están normalmente restringidas a árboles y otras plantas leñosas” (IUCN, WWF, BGCI;1996).

La Unión Internacional de Jardines Botánicos, organización a la cual pertenece el Jardín Botánico de la UACh, define como requisitos básicos para que una institución sea considerada un Jardín Botánico (IUCN, WWF, BGCI;1996) lo siguiente:

  • Un grado aceptable de permanencia en el tiempo.
  • Un criterio científico subyacente para la colección de plantas.
  • Documentación correcta sobre las colecciones de plantas, incluyendo su origen silvestre.
  • Seguimiento de las plantas de las colecciones.
  • Etiquetado adecuado de los especímenes cultivados y / o colectados.
  • Desarrollo de investigaciones científicas o técnicas sobre propagación de las plantas de las colecciones.
  • Intercambio de semillas u otros materiales (diásporas) con otros Jardines Botánicos, arboretos o centros de investigación.
  • Mantención de programas de investigación sobre taxonomía vegetal con herbarios asociados.
  • Estar abierto al público.
  • Comunicación de la información a otros jardines, instituciones y al público (Rae et al,1998).

El Jardín Botánico de la UACh cumple con todas esos requisitos.

En nuestro trabajo de titulación escribimos que los Jardines Botánicos existen como institución desde hace ya casi cinco siglos. Desde su origen en Italia (1543 a 1545) hasta nuestros días, han desarrollado una serie de funciones, derivadas de distintos requerimientos de la sociedad. Como ejemplo cabe destacar que, en un comienzo, la principal tarea de los Jardines Botánicos era la de proveer material a estudiantes e investigadores de las ciencias médicas, quienes las utilizaban en las facultades de medicina para la fabricación y estudio de medicamentos (Rae et al, 1998). Luego, gracias al impulso para el estudio de la taxonomía de los vegetales, llevado adelante por Carlos Lineo (1708-1778), “los Jardines Botánicos dejaron de concentrarse exclusivamente en las aplicaciones medicinales de las plantas y se preocuparon además del estudio de la estructura de los propios vegetales que cultivaban” (Rae et al, 1998).

En un comienzo, la principal tarea de los Jardines Botánicos era la de proveer material a estudiantes e investigadores de las ciencias médicas.

 

Hacia términos de la época de las colonias durante el siglo XIX, numerosos Jardines Botánicos en Europa asumieron un nuevo papel central. En la medida en que las colonias se independizaban y aumentaban su poder respecto del control de productos vegetales tales como té, café, especies, frutos, caucho y plantas medicinales, los Jardines Botánicos representaron un centro vital para el intercambio y desarrollo de germoplasma vegetal (Rae et al, 1998), con el consiguiente impacto en la economía de las respectivas naciones.

Así, cuando recibí la noticia de los fondos para la sección Plantas Medicinales, pensé «está renaciendo de verdad, desde sus orígenes». Porque, no hay misterio en esto, al ser el Jardin una institución científica lo que busca es descomponer la realidad para tratar de explicarla por partes. De ahí nacen las secciones (botánicas, sistemáticas, etnográficas, etc), y por eso es tan importante que, parte por parte, sección por sección, el Jardín Botánico deje de ser un parque extremadamente bien cuidado, para apropiarse de su verdadera identidad: una institución de ciencia para la sociedad.

Estoy muy contento por el rumbo que está siguiendo el Botánico de la UACh. Muy contento.

«He volvido» 😉

BIBLIOGRAFÍA

BGCI, WWF, UICN. 1996. “Estrategia de los Jardines Botánicos Para la Conservación”, (versión español)

RAE, D; MASSARDO, F; GARDNER, M; ROZZI, R; BAXTER, P; ARMENSTO, J; NEWTON, A; CAVIERES, L. 1998. “Los Jardines Botánicos y la valoración de la flora de los bosques nativos de Chile: una colaboración entre el jardín botánico de Edimburgo y el Instituto de Investigaciones Ecológicas Chiloé”. Ambiente y Desarrollo XV (3)

Un pensamiento en “No es un parque…

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